Limpiamos los azulejos con alcohol, transferimos  el diseño con papel carbónico de grafito o bien lo dibujamos con lápiz negro también de grafito.
Secretito: el lápiz negro desaparece luego de horneada la pieza, asique no te preocupes si quedan algunas marquitas fuera de lugar.
Los pigmentos se disuelven en el Vehículo 220 y luego se le agrega la esencia de Clavo de olor, y así están listos para comenzar a pintar.
Con Rojo hierro rellenamos primero los pétalos que aparecen por detrás de cada una de las flores y con el pincel esfumador hacemos la luz. Con un pincelito finito con alcohol bien absorbido en un papel marcamos los pistilos que luego rellenaremos con verde claro y marrón oscuro.
Otro Secretito: Si vamos a pintar un pétalo pegado a otro tenemos que esperar un ratito porque si lo hacemos estando la pintura muy húmeda corremos el riesgo de que se nos mezclen los colores y que nos quede muy desprolijo.
Con verde cromo rellenamos las hojas dejando un espacio en el medio para rellenar con verde claro y luego las esfumamos desde el centro hacia los extremos. Con un pincel liner y con la pintura un poco más diluida con clavo de olor hacemos las ramitas
Cuando realizamos el esfumado, es muy probable que se nos pase la pintura de los bordes del dibujo, para corregir esto utilizamos un pincel mojado en alcohol (ojo: absorberlo en un papel) y retiramos todo el excedente de pintura.
Para el sapo rellenamos con verde tilo y verde claro y “ponceamos” esto es dar pequeños golpecitos para integrar los colores, luego rellenamos las partes marrones de las manchas y el ojo.
Una vez terminado esta primera etapa los azulejos se deberán hornear a 780º.
Con amarillo limón claro preparado un poco más diluido que cuando pintamos normalmente y con una esponja cubrimos toda la superficie que quedó blanca y nuevamente con un pincel o con un hisopo con alcohol limpiamos las flores o las hojas si se mancharon.
Nuevamente horneamos los azulejos a 780º y por ultimo los pegamos en el marco de madera.