Tenemos que tener en cuenta la forma de la pieza y ver los lugares donde se pueden realizar cortes del estaño ya que no se puede la puede cubrir entera con un solo trozo  por las formas y curvas que pueda presentar.  De esta forma evitaremos las arrugas en el trabajo.
Una vez seleccionados los sectores a forrar, cortamos el estaño con la forma aproximada al sector elegido.
Pegamos y comenzamos a pasar el difumino sobre el estaño pegado en el sector para ir copiando con exactitud los relieves que presenta la figura. Con la fricción, el estaño va a ir cediendo y  tomando la forma original de la pieza con sus relieves y hendiduras.
Así trabajamos toda la pieza, forrando por sectores y pegando también por sectores. Con la ayuda de un aplanador  damos más prolijidad  al trabajo.
Una vez terminada completamente de forrar, limpiamos con alcohol para que el estaño recupere su brillo natural y podemos pintar y decorar.