Después de transferir el diseño, pinto el fondo de fuera de la flor, en color negro y pincel chato.
Con el pincel de cerda cargado de gesso pintamos en forma delicada los pliegues y los bordes de la flor. Desde los extremos lo extendemos hacia abajo realizando un movimiento de derecha a izquierda y de arriba hacia el centro de la flor. Remarcar con gesso donde creemos que merece sobresalir.

Dejar secar muy bien.

Tener preparado en una bandeja los colores.

Comenzamos pintando el centro de la flor con pincel redondo cargado con amarillo (colocamos los colores claros primero) pintamos los pistilos según el ejemplo, agregamos violeta más anaranjado. Resaltar las luces y sombras.

Continuar con los pétalos aplicando los amarillos, después los rojos (siempre siguiendo guía, la muestra). Aplicamos los colores con pinceladas largas entremezclándolos sin llegar a fundirlos, deben quedar marcadas las pinceladas direccionales. Deja secar siempre entre capa y capa.

En un segundo paso retocamos los amarillos agregando blanco para las luces, y los rojos con violeta para las sombras. Se matizan al tocarse los colores. Trataremos de resaltar los pliegues donde esta el gesso.

El trabajo queda terminado cuando la flor impacta sin mucho detalle. Barnizar con tres capas de barniz.